Redacción
Un puñado de mujeres, algunas de origen veracruzano y otras adoptadas por esta tierra, son ejemplo a seguir. Cada una desde su trinchera muestran lo mejor.
Desde el arte, cultura, gastronomía, deportes y redes sociales, son ejemplo de lo mejor que son: mujeres. En Identidad Veracruz te mostramos algunas las historias que hemos impulsado en los últimos dos años.
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Carla Givette, la violinista nómada
Xalapa, Ver.- La música siempre estuvo presente desde su infancia con las composiciones de Mozart que su padre escuchaba en el auto y las enseñanzas de su abuelo Raúl Loeza Hernández, quien fue miembro de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) por 46 años.
El concierto para violín en Re Mayor, Op. 35, compuesto por Tchaikovsky -considerado uno de los más difíciles de interpretar-, marcó la vida de Carla Givette Loeza Beureth, una joven de 22 años.
“La primera vez que lo escuché solo podía pensar en que tenía que tocar eso algún día, lo veía muy lejano, pero con ese concierto me titulé”, afirma.
Inició su camino en la música a los seis años, cuando su madre llevaba a sus hermanas a una escuela de iniciación artística. No se quiso quedar atrás y entró al Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI), eligiendo el violín como instrumento, la ha acompañado por más de 16 años.
El mar abierto de Miriam González
Xalapa, Ver.-Intentó gimnasia, folclor y ballet, pero se dio cuenta que su lugar era en el agua. Desde pequeña veía las competencias de Michael Phelps: aprendió que la disciplina, constancia y pasión por lo que se hace son factores que definen a los nadadores.
Y a partir de los seis años Miriam Harmonía González Macías comenzó a practicar natación. Lejos quedó aquella alberca de 25 metros que la cobijó en su infancia, ahora son las competencias de aguas abiertas las que llenan su cuerpo de adrenalina y emoción en cada brazada.
“Mi mamá era maestra de primaria, trabajaba en dos plazas y no tenía mucho tiempo para cuidarme, por eso buscaba varias actividades para entretenerme. Así fue como encontré natación”, rememora la deportista.
Quince años después, aún sigue con la meta de representar a México en competencias internacionales. A pesar de su miopía -6 dioptrías en el ojo izquierdo y 3.5 en el derecho–, que le impide ver debajo del agua e incluso a sus rivales.
Del fracaso al color del éxito con Karlasnotes
Un fracaso estudiantil al no ingresar en la preparatoria que deseaba, la llevó a una búsqueda incansable por convertirse en una mejor alumna. Todas las recomendaciones apuntaban al orden y planeación.
Inició haciendo apuntes con decoración para intentar ingresar a la escuela de sus sueños, sin saber que dos años después, éstos la llevarían a tener más de 300 mil seguidores y a colaborar con la marca internacional Crayola.
Karla Canseco, mejor conocida como Karlasnotes es una youtuber xalapeña de 18 años, su contenido se centra principalmente en el studygram: tendencia que consiste en hacer apuntes “bonitos”, coloridos, ordenados y que llamen la atención.
Se considera una persona extrovertida, cualidad que desarrolló porque desde chica formó parte de un grupo de iglesia, donde le enseñaban a hablar en público. Ahora le ha servido mucho para desenvolverse frente a una cámara.
Doña Clarita, de la cocina tradicional al Master Chef
Xalapa, Ver.- La mujer de 56 años que cada fin de semana sorprende con platillos artesanales a los prestigiosos jueces de Master Chef La Revancha revela sus inicios en la cocina, las enseñanzas de su madre y los retos que ha enfrentado con la exposición mediática.
Doña Clarita tuvo su primer acercamiento con la cocina desde muy pequeña, cuando tenía 10 años y se aproximaba con curiosidad al fogón de su madre y su abuela en su natal Misantla. Sin embargo, el aprendizaje no fue fácil porque las matriarcas no compartían las recetas.
“Mi mamá hasta el día de hoy cocina delicioso (…) yo veía como mi mamá nos hacía huevitos con frijoles, obviamente antes no había tanta comida rápida o snacks, eran frijolitos, salsa y tortillas”, cuenta desde desde su restaurante en la ciudad de Xalapa, donde pone a disposición de los comensales alimentos regionales, nada de hamburguesas o comida rápida.
Lolita Hernández, jugó a ser clavadista
Dolores Hernández llegó a los clavados a jugar, feliz porque en la alberca no sentía el sofocante calor, con sensación térmica de casi 40 grados, que puede llegar a registrarse en su natal Veracruz.
Durante su niñez, su hermano, algunos años mayor que ella, entrenaba futbol y “Lolita” algo tenía que hacer para pasar las tardes calurosas en el puerto. “Mis papás se interesaron porque yo hiciera algún deporte”, confiesa la joven en entrevista con Identidad Veracruz.
Nadie en la familia practicaba clavados ni siquiera algún deporte, el primero era su hermano, quien exploraba sus dotes en el futbol.
Originaria de la ciudad de Veracruz, a los ocho años de edad, Dolores se sintió como pez en el agua en la alberca del centro deportivo “Leyes de Reforma”; hoy se le ve plena cada vez que se acerca al trampolín de tres metros para lanzarse en el agua, después de realizar varios giros en el aire.
Los alebrijes de Gladys Mondragón
Xalapa, Ver.- En las entrañas de una colorida vecindad, construida en el siglo XVIII, surgen figuras coloridas, con formas tan diversas como alebrijes, máscaras, espejos y calaveras.
Las 25 viviendas que forman un círculo para arropar antiguos lavaderos, son mudos testigos del nacimiento de duendes, hadas y sirenas que son moldeadas por dos manos de mujer. El papel, harina, alambres y pinturas acaban en seres fantásticos.
“El arte es la conexión con el espíritu, cuando uno está trabajando el arte es una conexión directa con el aquí y ahora”, describe Gladys Mondragón desde el corazón del Patio Muñoz, ese viejo mesón que acogía a los viajeros en ruta de la Ciudad de México hacia el puerto de Veracruz.
El arte de papel maché, la técnica artesanal originaria de la China, India y Persia, lo heredó del pintor, escultor e ilustrador Luis Castillo Rechy, un hombre muy querido y amado en la ciudad de Xalapa, la capital cultural de Veracruz.
“La música suena a vida”: Luisa González Pardo
Xalapa, Ver.- La pianista xalapeña Luisa González Pardo sigue enamorada de la música como lo ha hecho desde que tiene uso de razón, quizás ahora con más luz e intensidad, lo que le permite compartir esa amor con sus alumnos.
“La música me gustó siempre, desde que tengo uso de razón, la música ha formado parte de mi vida, en casa siempre hubo música”, relata la pianista xalapeña, quien fuera alumna de músicos reconocidos mundialmente como Jorge Luis Prats (Cuba), Luis Ascot (Argentina), Mauricio Vallina (Cuba) y Anatoly Zatin (Rusia).
En edad preescolar, la pequeña de ojos expresivos y almendrados, sintió una gran atracción por el escenario y la magia que se genera detrás del telón para deslumbrar a los espectadores.
“Los teatros me han atraído desde muy pequeña, en mis sueños siempre pensaba en los laberintos que hay detrás del escenario, todos esos recovecos, esos lugarcitos donde se guarda la magia de lo escénico”, expresa.
Teresa Osorio, alberga al son jarocho
Luz Teresa Osorio Molina tiene un profundo amor y respeto por las tradiciones veracruzanas como son la música y la artesanía y por ello hace 16 años le dio forma a este sentir, el cual lleva por nombre Culturama el “Hogar del Son A.C.”
Teresa rememora que Culturama tiene sus orígenes en la Fiesta de la Candelaria en la Ciudad de Tlacotalpan, Veracruz, del año 2000 y fue seleccionado para hacerse cargo de la comercialización de los productos culturales presentados en esa ocasión, como libros, discos compactos, videos, instrumentos musicales hechos por lauderos de la región, artesanías, entre otros.
“Culturama sirvió desde un principio como enlace directo entre los creadores y el público interesado en estos temas, pero sobre ser un puente honesto y así brindar el mayor beneficio al creador y al mismo ser un referente en el ámbito cultural”, narra.
Poderosa Pony
Xalapa, Ver.-En medio del Coliseo Mariscal Cáceres de la Escuela Militar de Chorrillos, en el lejano Perú, Ana Gabriela López Ferrer evocó aquel patio de su casa cubierto con lonas de colores de su natal Xalapa.
Enfundada en el uniforme de México, Pony –como la llaman- mantenía firme, sobre su humanidad, la barra con 111 kilogramos que le aseguraba un lugar en el podio, sólo doce años después de iniciar sus entrenamientos en aquella vivienda ubicada rumbo al Sumidero, una zona ampliamente conocida en la capital veracruzana.
Levantaba una y otra vez una barra de 20 kilos diseñada para hombres (dos kilogramos más que de mujeres), con discos remendados con placas de metal que incrementaban el peso que cargaba acuestas.
Doce años después, su rostro adusto sabía que tenía en la bolsa la medalla de bronce en la división de los 55 kilogramos femenil en el levantamiento de pesas de los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Guillermina Ortega, el feminismo al arte
Con más de 30 años en la producción cultural, Guillermina Ortega sigue creyendo en la irreverencia del arte y en cómo este es una vía para expresar sentimientos, emociones, e incluso, la cruda realidad.
La artista visual nació en la incipiente ciudad de Poza Rica. En el contexto de un México que había sido sacudido por las revueltas estudiantiles y obreras, en una era del auge del feminismo a nivel mundial, sus inquietudes la llevaron a dejar su terruño y migrar hacia la capital del país para después volver y plasmar, primero, los paisajes veracruzanos y después, la problemática que afecta a las mujeres víctimas de desaparición.
En aquellos años Poza Rica era considerada la capital petrolera de México, la ciudad se encontraba en proceso de construcción con una traza urbana muy agringada. Mientras muchos llegaban en busca de la prosperidad que ofrecía el oro negro, Guillermina levantaba el vuelo y se decidía por estudiar en Bellas Artes.
Con el calor del trópico corriendo por sus venas, al egresar retorna a su estado natal y comienza a interpretar y plasmar los paisajes veracruzanos en sus pinturas.
Raquel Torres al rescate de la cocina autóctona
Xalapa, Ver.- Su área de recreación culinaria, ubicada en la capital veracruzana, asentada a 550 kilómetros de la capital del país, está llena de colores y sabores de hierbas y utensilios tradicionales como el epazote, hierbabuena y acuyo; y los molcajetes y metates.
Parece extraño que esa misma mujer, en su juventud, tratara siempre de huir de las cocinas y que su mayor éxito culinario fueran unos pescados marinados con talco de bebé que ella misma había creado en una de sus clases de secundaria
La chef internacional Raquel Torres Cerdán ha llevado los sabores de la cocina mexicana a otros países, pero sobre todo ha sembrado en su propia tierra el gusto por la gastronomía regional y local.
Explica que la cosmovisión de los pueblos originales de Veracruz se encuentra en el aprovechamiento de la tierra, en la elaboración de platillos a base de su riqueza como los hongos y flores.
Las alfareras que forjan la tierra
Naolinco, Ver.-En un “lugar donde se forja la tierra con la mano y el corazón” viven mujeres de barro.
Con paciencia y creatividad transforman la tierra en delicadas figuras femeninas. Bajo el suelo las cocen para darles vida con un poco de color, un tono rojo que evoca su fuerza.
En San Miguel Aguasuelos, una pequeña comunidad de Naolinco, viven ellas, las Alfareras. Dan identidad a su lugar de origen y lo exponen ante el mundo, hasta las regiones más alejadas.
“Se han ido figuras a Japón, ahorita se fueron a Chile, otra se fue a Corea y a España”, presume Leticia Ramírez Martínez, orgullosa de sus creaciones, sobre todo de las “jarochas”, sus preferidas.
Colores que vibran con Celia Castelán
Seres reales confabulados con irreales se juntan en un solo universo, el de la artista Celia Castelán, quien hace vibrar el lienzo con fuertes colores contrastantes en la técnica de acrílico.
Sus pinturas son oníricas y un poco “surrealista” porque –afirma- hay una confabulación de realidad con fantasía, pero también son introspectivas y profundas, porque tienen que ver con su vida personal y su amor por la cultura de Veracruz.
La pintora veracruzana presenta en su última serie de 22 cuadros el “mundo” Tének, un reducto de la cultura huasteca que no pudo ser conquistada por los Aztecas. “Ellos lucharon y no permitieron que los conquistaran”, explica.
La serie “Tének, la media Sangre” –adelanta- debe ir multiplicándose para contar las historias de los primeros pobladores de la Huasteca, esos que se mantuvieron firmes frente a la violenta invasión de los Aztecas.
Mujeres de humo, la reivindicación de la cocina
Papantla, Ver.-Cocinar con las manos y con el corazón es el secreto de las “Mujeres de humo”, cocineras tradicionales que buscan a través de la difusión de la comida típica regional del totonacapan recuperar lo que para ellas es un espacio sagrado.
“Desde que nací fui cocinera”, recuerda Martha Gómez Atzin, representante de las “Mujeres de humo”. En la cocina, las abuelas y las madres totonacas parieron, criaron, hicieron su vida y murieron, comenta.
Con el sentimiento a flor de piel, añora a su abuela, Soledad Atzin Cruz, quien se convertiría en una madre para ella. Fue quien le enseñó el arte de cocinar y quien le inculcó el amor por la cocina, un espacio desvirtuado en las sociedades contemporáneas.
De San Pablo a Totomoxtle, de Arroyo Grande a San Carlos o en el Palmar, Martha creció entre las mujeres aprendiendo a cocinar. Para ella la cocina es más que una habitación, es un espacio sagrado, el cual “muchas veces pensamos que no tiene sentido”.